Sombras

He aquí, las sombras atrapadas en el muro,
Traspasando el tiempo muerto por el hielo de las entrañas...

Sólo moriré por mi madre y por los míos,
sólo viviré pensando en ellos,
y en la pureza que me llenará el alma de algodones de azúcar,
rellenos en el centro de fotografías de recuerdos en blanco y negro.

Lamentablemente hasta el momento
He tenido que colmarme de nubes la cabeza
para poder siquiera dibujar una sombra en la pared,
una lagrima en el silencio, una nota de mi guitarra en el olvido,
y hasta una herida que sangre,
aquella que ha sido mi enfermedad posterior, interior.

Como una suerte de sonidos escogidos para hermosear el aire,
Siento al viento infinito que sugiere un suspiro
Y mi imaginación que mira al sol
Perdiendo absolutamente el sentido de la realidad colorida
Que permaneció frente a sus ojos manifestando una vida cimbrada.

Es por esta ocasión, que decido enfrentar con gritos y campanas de relojes,
la muerte interna de su ser
y la vida de este verso que jamás morirá,
porque será tan intocable como aquella estrella que se apago en el cielo anoche,
será tan irreal como las palabras de compromiso,
será tan lleno de aire que me ahogare en el cielo.

Al convertirme en verso
Dejo de lado los intereses materiales
Y todos aquellos símbolos de un amor sagrado
que por mucho tiempo se manifestó sangrando 8 días al mes, durante más de 2 años
Obligando a sentenciarme y empalar mí libertad.

Aunque mis piernas fueron veloces
No pude encontrar su voz
Por fin entiendo que cree un mundo en que sólo yo era el habitante